Descripción
RESEÑA:
En Cicatrices hay un poeta mirándonos, mirándose, en el espejo del mundo. En cada poema el autor pasa su mano sobre el relieve de su cuerpo y encuentra la entrada a la introspección; se ayuda con los ojos de adentro para señalar virtudes que emergen desde la poesía, y es desde ese lugar que también halla la crítica de su entorno y de sí mismo.
Francisco Javier Hernández, en esta nueva obra, tampoco puede estar al margen de las situaciones, las estimulaciones que derivan de lo vivible en una sociedad que parece hundirse en su propia neblina; pero que en algún momento desde el núcleo interno que lo mantiene de pie, busca la forma de salvarse, tal como nos lo hizo en su libro anterior: _Aquí gobierna la locura_ (Capítulo Siete, 2019).
APRENDIZ DE VIENTO
Fue fácil acostumbrarse
a no tener costumbres en el alma,
a vivir de paso, sin rastros ni huellas
ni recuerdos amargos.
Viajar buscando otro destino
dejando marcas en el arenal como tatuajes
escribir alguna historia propia
con tinta de lluvia y sangre de los vientos.
La soledad me hizo poeta
también las hambres de volar.
No me dejes partir, guárdame en tu mirada.
Soy camino de terrería
nube en constante movimiento
animal en peligro de extinción
experto en autoremendarse.
Soy hoja seca del otoño
y aprendiz de viento.